miércoles, 9 de noviembre de 2011

El otro dia al disparar con una ZeissIcon 6x9 sin fotómetro, ( y sin tener a mano el exposímetro de mano..) , recordé la experiencia de tantos años de disparar con película y no en digital, como acostumbro más a hacer ultimamente.

Recordé como al disparar y oir el ruido del obturador acabar su último movimiento de cierre, aquello había terminado y no quedaba más que seguir con el mundo frente a tus ojos, y tu mente, de nuevo frente al mundo; no pudiendo darle al bichoso boton que enciende una pantalla que permite revisarlo todo... y que te desconecta de la búsqueda, de la caza, de tu excusa para salir de casa: hacer fotos.

Tener una limitación a la hora de disparar afinaba tus sentidos, hasta el punto de que con 30 fotos hacía lo que hoy hago con 120.

No poder hacer lo que siempre uno quiere, que haya dificultades en este mundo y en esta vida, incluso en nuestra fotografía... supongo que nos hace más felices, estimula nuestra capacidad de lucha... será eso?

Siempre voy y vengo con el mismo rollo de la peli o el digital, ambos sistemas ofrecen cosas distintas y calidades buenas aunque diferentes, pero... es bueno acordarse de viejas lecciones... me espera una nueva y vieja etapa con la ZeissIcon 6x9.


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